DISCERNIR...

Discernir -del latín discernere-, distinguir algo de otra cosa, señalando la diferencia que hay entre ellas.

La visita de la última semana trató acerca de esto, una palabra poco sonada y mucho menos trabajada en nuestro diario vivir...

Cuando hablamos de discernimiento, desde la espiritualidad ignaciana, hablamos de ese proceso de elegir entre lo que nos da más vida y lo que no tanto. Cuando hablamos de dar vida, hablamos de esa plenitud y construcción de amor día con día. 

A todas nos ha pasado en muchas ocasiones que tenemos que tomar decisiones para tener una vida que nos lleve a lo que de verdad queremos ser y hacer... lo hacemos todo el tiempo. 

En clase pusimos varios ejemplos como el tener que decidir entre una universidad u otra, entre tener que dejar a la familia y amigos de una ciudad para estudiar en otra, el continuar con una relación de pareja o no hacerlo; todos estos son ejemplos son muy elementales, y que se van presentando en la vida diaria, en los que tenemos que discernir. 

Sin embargo, de estos hay ejemplos que definitivamente marcarán nuestra vida y otros que no y es importante que aprendamos a escuchar a esa voz interna que nunca se equivoca y que aunque a veces nos hagamos tontos, siempre sabemos cuál es el mejor camino para seguir adelante con nuestros planes. No hay que dejar que nos ganen las emociones y los sentimientos porque eso es lo que nos lleva a actuar de manera impulsiva. 

No tomemos decisiones apresuradas ni en momentos de mucha confusión, recordemos darnos tiempos para nosotros mismos en los que podamos realmente darnos cuenta de qué es lo que más nos conviene :D

A lo que yo las invito es a optar por la vida y no me refiero al hecho de respirar, sino al de no ser cómplices de nosotros mismos en acciones que nos lleven a la falta de esta.. a la falta del amor. 

Para esto, les dejo una frase que es mi favorita y que para mí es clave en mi discernimiento personal:

Aquello de lo que te enamores, 

lo que arrebate tu imaginación,  

afectará todo.

Determinará lo que te haga levantar 

por la mañana, 

lo que harás con tus atardeceres, 

cómo pases tus fines de semana, 

lo que leas, 

a quien conozcas, 

lo que te rompa el corazón 

y lo que te llene de asombro 

con alegría y agradecimiento. 

Enamórate, permanece enamorado,

y esto lo decidirá todo.

Esta frase a mi me lleva a tomar todas mis decisiones hacia una sola dirección; hacia esa forma de vida de la que yo estoy enamorada, hacia lo que le da pasión y la llena amor. No hablo de personas ni de cosas, hablo de todo en conjunto...

ENAMÓRENSE Y QUE TODO LO QUE HAGAN VAYA EN FUNCIÓN DE ELLO!!!

Paulina Valdez